DRAGONES (2)
Los dragones en la mitología americana
La mayoría de los autores llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero desde que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente entonces tomaremos el término cóatl como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados a continuación en lugar del significado literal "serpiente" para diferenciarlos de las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados.
MESOAMÉRICA
En la Mesoamérica prehispánica existe una gran tradición de veneración a la serpiente como animal sagrado. Gracias al intercambio cultural de algunos imperios mesoamericanos y el intercambio comercial de otros tantos, no era de sorprenderse que muchos pueblos compartieran no sólo creencias, sino que los dioses extranjeros súbitamente formaran parte integral de un panteón dado. De esta manera las criaturas mitológicas también eran absorbidas por la gente e incluidas en el folclore y religión.
Las serpientes mesoamericanas a menudo son acompañantes de dioses a quienes asisten en sus deberes. Tal es el caso del dios tutelar de los tenochcas, Huitzilopochtli, a quien un dragón de fuego asiste como arma. Algunos dioses responsables de la lluvia (excepto Tlaloc) montan serpientes de viento mientras lanzan dardos y flechas a las nubes ocasionando lluvia. Las características más frecuentes en las serpientes mesoamericanas son, además del cuerpo de serpiente, plumas (en tocado o como símbolo de divinidad) y la capacidad de volar.
Así pues, los ejemplos de dragones mesoamericanos son:
Nahuas
Si bien los nahuas son un grupo étnico, su cultura influenció a los diversos pueblos del Valle de México.
Ehécatl: Serpiente de viento. Decían los antiguos nahuas que el dragón de viento barría con su aliento la tierra preparándola para recibir el regalo del agua divina, de esa manera explicaban el viento que sopla anunciando la inminente lluvia.
Mazacoatl: Serpiente venado. Este tipo de serpientes son viciosas, mitad venado, mitad serpiente, es un ser que disfruta al seducir a los mortales para después devorarlos. Desempeña un papel similar al de las sirenas o las arpías en la mitología griega.
Ocelocoatl: Serpiente jaguar. La serpiente jaguar tiene la mitad del cuerpo anterior como el de un jaguar y de la cintura a la cola cuerpo de serpiente. Simboliza la tierra (jaguar) y el agua (serpiente) en relación dependiente la una de la otra.
Quetzalcóatl: Serpiente preciosa. La traducción literal anteriormente usada de "serpiente emplumada" ha ido cambiando conforme a nuevos hallazgos de la cultura Nahua. El término "quetzalli" significa precioso debido al plumaje reluciente del dragón. Fue reverenciado por múltiples culturas del valle de México como los teotiuacanos, los toltecas y los tenochcas, como se evidencia en el arte de estos pueblos.
Xiuhcóatl: Serpiente de fuego. Se trata de una serpiente de color verde turquesa que puede verse en los cielos nocturnos cuando cruza el firmamento a toda prisa como estrella fugaz. Similar a la"serpiente preciosa", pero se puede diferenciar ya que en algunas ocasiones es representado como rojo con flamas turquesa alrededor de su cuerpo y con un tocado de largas plumas en vez de la melena característica de la serpiente preciosa, además, frecuentemente se representa con un cascabel en la cola.
Mayas (Quichés)
Tepew y Kukumatz: según las historias del Popol Vuh (libro de leyendas de la cultura maya), Tepew y Kukumatz fueron dos dioses que tomaron forma de serpientes y dieron forma y orden a todo lo creado por Corazón de Cielo a partir del caos primitivo. Kukumatz comparte muchas características con el maya Kukulkán o el tolteca Qetzalcóatl.
SUDAMÉRICA
En torno a los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones.
Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban ampliamente relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad, coincidiendo con otras regiones del planeta. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no representan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aún siendo de semejante aspecto. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda se Ten Ten y Cai Cai Vilu refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo Mapuche.
Para los Muiscas (pueblo indígena de Colombia), creían en Chiminigagua, dios creador en forma de serpiente de fuego bajo la sagrada laguna de Iguaque, y creó a los padres de la humanidad, Bachue y su joven acompañante, vivieron y tuvieron hijos, que después de un tiempo los dejarían hasta convertirse en dos serpientes acuáticas para vigilar a su pueblo, dentro de la laguna de Iguaque; tiempo después del primer Zaque de la sabana de Bogotá, Hijo de Sue o el sol ( o de Chia, la luna o deidad maligna) era un hombre en forma de dragón de color verde.
Como podéis ver, un gran número de tipos de dragones en todas las culturas y por todos los rincones del planeta y que todavía podemos recordar en numerosos libros, películas y documentales varios...
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