lunes, 6 de febrero de 2012

Angeles

Simbología Tattoo
ÁNGELES
          En la mitología de muchísimas culturas del mundo, los ángeles son los intermediarios entre el hombre y la divinidad. Existe una variedad enorme y, a pesar de que se hace referencia a ellos sólo en el ámbito de las tradiciones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo), las figuras de los ángeles están presentes en casi todas las culturas religiosas del mundo, como en el induismo, donde el Dios Indra acostumbra a rodearse de fieles llamados marut que tienen todas las características de los ángeles como nosotros los conocemos.
          El de los ángeles es un mito complejo y lleno de matices simbólicos que, por precisa voluntad institucional, no ha encontrado nunca en el arte una representación adecuada. El modo en el que normalmente son representadas las figuras angelicales en el arte y, por lo tanto, en el mundo del tatuaje (rostros tendelcianente hermafroditas y pueriles, cabellos rubios rizados, alas blancas hechas de plumas y túnicas azules o blancas), deriva de la iconografía tardo-medieval extremadamente ambigua que incluso tiende a despojar a los angeles de muchos atributos y a representarles lo más lejos posible de aquella que es su realidaden base a las tradiciones religiosas de la antigüedad.
          No es un misterio que las religiones monoteístas siempre se han opuesto y han visto con desconfianza el "culto de los ángeles", reservando gran atención a su representación artística y llegando casi a su prohibición en ciertos casos. Para el judaísmo, el cristianismo e islamismo, de hecho, los ángeles son desde siempre su gran embarazo, un embarazo que influencia directamente en su iconografía... veamos porqué.
          En primer lugar existe la consideración que Satanás es precisamente un "ángel rebelde" y que, en su caida del Paraiso, fue seguido por una larga fila de ángeles aliados que habían apuntado sus propias armas en contra de Dios. Según la tradición hebrea, se trataba incluso de un tercio de la población angélica. Este episodio llevó rápidamente a especulaciones teológicas y filosóficas que en la Edad Media asustaban a la Iglesia más que ninguna otra herejía.
           En el Antiguo Testamento, de hecho, está escrito claramente que el Trono de Dios se salvó sólo gracias a la intervención de los ángeles que permanecieron fieles y que, después de la Gran Revuelta, su número aumentó y aumentaron tambien las subdivisiones y las competencias.


JERARQUÍA ANGÉLICAL
          Lo que caracteriza a las figuras angelicales en las tradiciones antíguas y que han desaparecido completamente de las representaciones modernas, es su rígida jerarquicación, su división en órdenes militares y su indiscutible connotación guerrera. La tradición hebrea (Kabbalah), que toma mucho de la asirio-babilonesa, considera diversos órdenes angelicales: los Tronos, los Querubines (del babilonés cherub=mensajero), los Serafines (de seraf=luminoso), las Potestades, las Dominaciones, las Virtudes, los Principados, los Arcángeles y los Ángeles propiamente dichos. Éstos dos últimos órdenes son los únicos que se ocupan del género humano. Las interpretaciones de esta jerarquía han sido varias y muchas de las figuras han resultado confusas las unas con las otras, perdiendose el recuerdo de las atribuciones específicas. Lo que ha quedado siempre claro es que muchos ángeles tenían poderes "iguales a Dios" y junto a Él gobernaban el Universo. El rígido monoteísmo hebreo no podía permitir la presencia de competidores de Jahvé, y mucho menos la hipótesis de que algo invalidara su omnipotencia. Se comenzó a excluir poco a poco a los ángeles del imaginario colectivo, haciendoles cada vez más subalternos  a la figura divina. Por citar un ejemplo, según muchas fuentes antíguas, los Querubines eran mitad humanos y mitad animales y los Serafines estaban cubiertos de lava incandescente.

LA TRADICIÓN CATÓLICA
         En la tradición católica, los ángeles son lentamente sustituidos por santos (instrumentos dóciles e inconscientes de la voluntad divina y por tanto, sin peligro de competencia con ésta),  la primera que lo paga es la iconografía que se confunde cada vez más. La aureola que tienen encima de la cabeza los santos es un típico atributo angelical (los ángeles están hechos de luz o la irradian) trasladado simbólicamente a otros sujetos, y algunos teólogos del alto medievo pensaban que Jesús había querido reunir a su alrededor, nuevos apóstoles y construir en la Tierra una nueva iglesia porque ya no se fiaba de las jerarquías angelicales del cieelo.
          Sólo tres ángeles, es más, tres Arcángeles, sobrevivieron integralmente en la cultura popular del Medievo y más tarde, llegando indemnes hasta nosotros: Miguel, Gabriel y Rafael.
          Miguel ( o Arcángel San Miguel) se hace popular en el imperio de Constantino. Según la leyenda, fue él quien incitó al futuro emperador romano a que hiciera grabar en los escudos de sus soldados la cruz, haciendo aparecer en el cielo la frase In Hoc Signo Vinces (con este signo ganarás), consintiéndole de esta manera, derrotar a los ejercitos de Massenzio, promotores del culto persiano de Ahura Mazda. Miguel es, además, el legendario vencedor de Satanás que se le ha enfrentado bajo forma de dragón (a menudo se encuentra también bajo forma de serpiente) y es por ello que se le representa siempre con una lanza o una espada en la mano, a menudo, aplastando con su propio pie la cabeza de un reptil. El culto de Miguel estaba tan difundido entre los soldados que la Iglesia no pudo hacer nada para impedirlo; con el tiempo se pasó a "santificarlo" en una posición que no diera problemas a la doctrina monoteística católica.
           Destino análogo llevó Gabriel. en la Biblia, él es el anunciador del embarazo a María, y lleva también el mensaje a Abraham del nacimiento de su primogénito y a Lot, la noticia de la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra, apresurándose después para concretizarla en persona. Precisamente porque está íntimamente ligado a la figura de la Virgen, su presencia ha permanecido grabada de manera imborrable en el imaginario colectivo y es Gabriel, el que a menudo es representado con una trompeta (instrumento de la Anunciación), o rodeado de otros ángeles mensajeros. Gabriel será también quien anunciará el Día del Juicio y en esto, su representación gráfica es idéntica a la del islámico Israfil y de la divinidad normanda Heimdall , que vigila en el puente de Bifrost (arcoiris) preparado para dar con su cuerno Giallarhorn la señal del fín del mundo y de la Gran Batalla que marcará el "Crepúsculo de los Dioses".
          Por último, Rafael, es citado como el guardián del Edén de Adán y Eva y, sobre todo, es el guardián del Árbol de la Vida, colocado en el centro de Edén mismo, cuyos frutos tienen el poder mágico de poder curar cualquier enfermedad. Rafael, por tanto, está ligado a los ritos más antiguos de la curación y precisamente, ésta insustituible misión suya, ha sgerido que era mejor "institucionarle" en lugar de intentar una posible eliminación de la cultura popular, representándole siempre en el momento que está curando o donando algo.

         Similares a los ángeles, por último, los Nefilim. A menudo parecidos a los Gigantes o los Titanes de muchos mitos de la antigüedad, según algunas leyendas, serían ángeles emparejados con mujeres humanas en tiempos pasados. Según otras leyendas, constituirían una categoría de intermediarios divinos en posición inferior respecto a los ángeles y de los cuales se ha perdido el recuerdo. Es interesante notar, sin  embargo, que con el pasar del tiempo, su aspecto físico y sobre todo el de su progenie semi-divina, ha perdido las connotaciones "gigantescas" para parecerse de manera impresionante a una cierta iconografía de los extraterrestres que las películas y la literatura nos han acostumbrado a considerar: ojos grandes, piel blanca o verde, cabeza desarrollada y extremidades delgadas, poderes telepáticos muy desarrollados, etc..., hecho que ha dado origen a todo un movimiento filosófico-religioso, los "raeliani" que afirman que la humanidad no es otra cosa que el resultado de un experimento genético conducido por los ángeles. Quién lo haya ordenado, obviamente, permanecerá en el misterio.


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