lunes, 26 de marzo de 2012

Dragones 1

Simbología Tattoo 
 DRAGONES (1)

        Si ha habido una figura que se ha expresado con  mucha frecuencia en el universo del tatuaje, esa es la de la figura del Dragón, ser mitológico presente en muchas de las culturas del mundo, apareciendo en diversas formas y con diferentes simbolismos asociados. La interpretación más conocida es la del dragón europeo, derivado de la tradición popular y de la mitología griega, escandinava y de Oriente Próximo, además de los conocidos dragones orientales. La palabra dragón deriva del griego drákon: "dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua".
       En función de las diversas culturas que lo han representado, las figura del dragón juega un papel muy importante como dios o guardián, o como monstruo y poderoso enemigo. Se le atribuyen cualidades y habilidades tales como ser poseedor de una gran sabiduría y conocimiento o pecar de gran avaricia y codicia que le conduce a devastar poblaciones y apilar gigantescos tesoros. Por la tanto, la imagen y figura del dragón ha ido variando y ha sido interpretada de muy diversas formas a lo largo de la historia, y, como no, desde aquí os explicaremos las mas habituales.
       El mito de la existencia de dragones se sustenta en una diversa cantidad de leyendas y representaciones, diseminadas entre las distintas culturas que lo representan. Se ha planteado, como explicación de este fenómeno, el descubrimiento de fósiles de dinosaurios que llevasen a esas culturas a imaginar seres parecidos. También cabe señalar que los dragones en cada cultura presentan aspectos y características diferentes. Así, en la Edad Media, se creía que los cadáveres de cocodrilo, traídos a mercados y demás sitios de exhibición desde Egipto y Arabia en la época de Las Cruzadas, se trataban de cadáveres de dragón.
        El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o dios, sin embargo, tiene distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián, que tiene finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal.
        Así, en un principio, los dragones eran devoradores de dioses (algunos mitos se refieren a los dragones como causas de los eclipses, o como enemigos del sol, casos de Apofis y Pithon). Posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se ofrecían doncellas en sacrificio y no tardaron en concebirse en comedores de hombres. De todos modos, ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y el mantenimiento de un orden que preludia una reinvención del universo o el descubrimiento de un  lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado, es por lo que simbolizan el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.
        Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea de dragón que existe en el lejano Oriente con la predominante en Occidente. Los dragones chinos ( o long), los japoneses ( o ryu) y los coreanos son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.
        Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa. El tema es complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como por ejemplo, en los romanos, típicos representantes de Occidente, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.

Oriente Próximo

      En Oriente próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En Enuma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. de C. la diosa Tiamat era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado. También en la Biblia hebrea el dragón representa el mal. En la mitología persa destaca el caso de Azi Dahaka, un dragón malévolo. En Rumanía se habla del dragón geta-dacio, que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente. Esta imagen era empleada en la guerra ya que en la bandera de Dacia aparece un dragón.

Lejano Oriente

       En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo. En Oriente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna.
       A diferencia de sus congéneres occidentales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente vuelan gracias a la magia. Un dragón típico de Oriente tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águila, orejas de toro y bigotes de largos como los gatos. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, durante siglos, el emblema oficial de la familia imperial. Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos. El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países, proporcionan salud y buena suerte y viven del agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección, es por eso que se convirtió en el símbolo imperial de ese país. En el Himalaya representan buena suerte. Y en Corea, como se dijo antes también tienen un carácter positivo.

Europa

     Las tribus nórdicas de Europa asociaban  su folclore  con varios aspectos terroríficos del dragón. La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Niohöggr) entre las fuerzas del inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos), adoraban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración creyendo que así espantarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva. Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre, mitad diablo, luego, ya convertido en rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren. En el Cantar de los Nibelungos, un poema épico medieval anónimo, Sigfrido mata a un dragón, llamado Fafnir, y al ungirse con su sangre se hace inmune a todo mal.
     Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos. Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar.
     Entre los romanos, como se dijo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.
     Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno.
     Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis, del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano del Medievo simboliza el pecado y al parecer bajo los pies de los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre el diablo. La leyenda de San Jorge y el dragón muestra claramente este significado.
     En el simbolismo medieval la idea de la lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos. Se presentaban a menudo también como representaciones de la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza.
     Los colores a menudo determinaron el simbolismo que un dragón tenía. En la pauta del viaje del héroe, los dragones representaron el obstáculo o temor, y el paso necesario para volver al hogar, y como muchos dragones también se presentan también como la encarnación de la sabiduría, en esas tradiciones matar a uno de ellos no solo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la criatura más astuta de las criaturas. Otra faceta del dragón en la mitología clásica de la época caballeresca es el dragón como guardián que custodia o secuestra a princesas en sus castillos.
       En el occidente de la actualidad es casi siempre concebido como una criatura malvada, poderosa y cruel, estereotipo extraído de las antiguas leyendas como de las más modernas películas.
     
      De momento, el mundo fantástico de los dragones lo dejamos aquí... próximamente los dragones en el continente americano, que también tienen su historia.

lunes, 5 de marzo de 2012

Cruces

Simbología Tattoo
Cruces



        La cruz ha sido siempre uno de los símbolos más estudiados y analizados. Existe desde hace miles de años (mucho antes del cristianismo) y la hallamos, con sus distintas formas, en todas las culturas del mundo. Los significados que se le han atribuido durante el curso del tiempo, han sido varios y, a su vez, diferentes, aunque a veces se han encontrado concordancias asombrosas. Mucha gente decide hacerse tattoos con la figura de la cruz, así que desde aquí intentaré explicar los variopintos significados y las diferentes representaciones de la misma.

       La palabra cruz deriva del sánscrito Krugga (cayado), traducido después en griego como staurós. Los primeros que utilizaron la cruz como símbolo fueron los Sumerios. Este pueblo llamaba a la casa de los dioses (annunaki) NI.BI.RU, que significa "cruce" y este lugar estaba representado con una X o con un disco alado. Estaban convencidos de que NI.BI.RU "cruzaba" la Tierra cada 3.600 años. Por eso, la cruz era el símbolo del paraíso y de la casa de la divinidad. En Asia, aproximadamente en el 2.000 a.c. se difundieron varias simbologías relacionadas con la cruz. Todas hacen referencia al número 4, considerado mágico. Las cruces asiáticas (desde China hasta el Medio Oriente) son, de hecho, representaciones de los elementos, de los puntos cardinales y de la rotación solar. En China, muchas filosofías religiosas se fundan en el principio de que el universo se basa en la unión de cinco elementos fundamentales: aire, tierra, agua, fuego y madera. La cruz representa ya sea la unión de estos cinco elementos (los cuatro brazos más su centro), como también la unión entre el cielo y la tierra que eran a su vez representaciones de la dualidad masculina-femenina. La cruz nace, por lo tanto, como símbolo celeste y de fertilidad. Fue también utilizada en varias poblaciones africanas y le daban principalmente un poder de exorcismo, ya que creían que los demonios se escondían cerca de los cruces o bifurcaciones. Esta creencia se difundió también en la Europa romana y medieval, más tarde en los Caribes y en América Central. Para conjurar o evitar las agresiones había que plantar en estos lugares unas cruces en Y.
        Todos estos mitos están fundados en épocas mucho más antiguas que el Árbol de la Vida, una creencia que hallamos en muchisimas poblaciones del mundo y cuyo origen se desconoce. También el Antiguo Testamento habla de un  árbol del cual nace la vida, que dona la curación y que está atentamente vigilado por un grupo de ángeles acaudillados por el Arcángel Rafael. En Europa Central y del Norte, muchos pueblos se reunen para prosternarse ante el fresno Yggdrassil, el padre de todas las criaturas vivientes, representado por una cruz de madera.
       En esa misma época, la cruz es utilizada a menudo como símbolo solar, sobre todo después del mazdeismo y del culto de Mitra, el Dios-sol, el primer y verdadero ejemplo de monoteismo puro en la historia de la humanidad. A su figura se le asocia la cruz gamada Swastika , difundida ya en la cultura budista y que simboliza el movimiento aparente del Sol, desde el Este hacia el Oeste, en sentido antihorario. La Swastica fue introducida en Europa por el Emperador romano Aureliano en el siglo III d.c. conjuntamente con el culto de Mitra.
      La Cruz Ansada (una T con un círculo u óvalo encima) o Cruz Ankh hizo su aparición en Egipto, en el siglo XIV a.c. Fue impuesta por el faraón Amenophis IV (cambiará más tarde su nombre por el de Akhenatón), que quería reformar la religión egipcia sustituyendo el culto de de Amón por el de Atón. Su mujer, la célebre reina Nefertiti, es la primera que adopta el símbolo de la cruz egipcia, símbolo ya conocido por las poblaciones rurales. Sus significados eran diversos: recta era símbolo del sol y la fecundidad e invertida era la "llave" del conocimiento y la magia. Fue, además, representada por el jeroglífico ANKH que quiere decir "vida" y que es el signo con el que se abren y se cierran la mayoría de las fórmulas mágicas que hay en las prácticas de la heka: astrología popular del antiguo Egipto.
     La cruz cristiana se basará precisamente en la cruz ansada. En los primeros periodos de expansión del culto cristiano, de hecho, muchos fieles no querían que se adoptara la cruz como símbolo de la nueva religión, ya que la cruz de Cristo se consideraba un horrible instrumento de ejecución capital y, además, un tipo de suplicio considerado especialmente infamante y reservado solo a los esclavos y al castigo de crímenes muy crueles. Por otra parte, no era absolutamente seguro (argumento todavía hoy discutido), que Jesús de Nazareth hubiera sido crucificado en una cruz con la forma que actualmente conocemos (llamada immissa o latina). Probablemente se trataba de una cruz en forma de T (o commissa), formada por un palo vertical y un patíbulus horizontal colocado perpendicularmente en su extremidad. Más tarde, esta cruz será conocida como Tau o Cruz de San Antonio. Con la influencia egipcia, la cruz se convirtió en el símbolo de la redención del pecador. Contenía en sí misma diversas iconografías como el árbol de la vida, el símbolo solar´la supremacía paterna y/o institucional, la bondad en sentido general (el jeroglífico NFR, escrito como una cruz con un  corazón encima, significa precisamente bueno, bello o bondad).
     En la Edad Media, la forma de la cruz en la que fue supliciado Jesús, desencadenó violentisimas polémicas y causó un cisma dentro de la iglesia. En el siglo VI d.c. en la Irlanda evangelizada por San Patricio, es "cristianizada" la tradicional Cruz Céltica (con los brazos iguales e incluida dentro de un círculo): el brazo inferior fue alargado para crear una continuidad entre la antigua religión pagana druídica y el cristianismo. Dicha cruz (que simboliza en la antigüedad la unión entre el Sol-varón y la Luna-hembra), era también utilizada por las poblaciones germánicas que, en ese periodo se convertian al cristianismo bajo la influencia del obispo godo Ulfilas. Pero la doctrina de Ulfilas no era católica, era la doctrina de la herejía arriana (predicada por Ario, obispo libio del siglo III-IV d.c. que negaba la naturaleza divina de Jesucristo) y la Cruz Céltica se convierte durante algunos siglos en el símbolo de esta ideología. En el año 1054 la Iglesia bizantina (ortodoxa) se separó definitivamente de la Iglesia romana (católica) y decide cortar todos los brazos de la cruz a igual dimensión.
      A partir del siglo XI d.c., con las cruzadas y la difusión de las órdenes monásticas, se empieza a tener decenas de variaciones sobre el tema, todas relacionadas con el cristianismo de la época. Las cruces comenzaron a enriquecer la heráldica de la aristocracia feudal. Los templarios adoptan como símbolo propio una cruz roja bifurcada en las extremidades (convertida más tarde en la Cruz de Malta), la Cruz de San Jorge y la Cruz de San Patricio como emblemas nacionales y la Unión Jack nace de la unión de estos tres símbolos. La Iglesia rusa introduce otro signo basándose en la cruz latina e incluso la iglesia católica adopta una heráldica particular, la Cruz Patriarcal para indicar la nobleza de cardenales y papas; dicha cruz es una latina invertida, con otro brazo o incluso dos de dimensiones inferiores colocados en la parte superior, (el apóstol Pedro, según la tradición, pidió ser crucificado boca abajo, por no considerarse digno de Jesucristo). Paradójicamente, el símbolo originario de la iglesia, es decir, una X con una P montada encima (es decir, CHI-RHO, las dos primeras letras de Cristo en griego), va pasando gradualmente a un segundo plano.
     El cristianismo monopoliza durante siglos la iconografía de la cruz, pero en el siglo XX, las dos principales ideologías totalitarias europeas, comunismo y nacionalsocialismo, elaboran nuevos símbolos derivados de la cruz. En 1918, el partido comunista ruso toma como emblema la hoz y el martillo : la hoz representa la filosofía y el martillo la fuerza. Los movimientos alemanes de los años veinte, impregnados de esoterismo y mileranismo, redescubren como símbolo la Swastica, que en los años treinta se convierte en el símbolo por excalencia del regimen nacionalsocialista. Curiosamente, está invertido el sentido de rotación respecto al símbolo original asiático.
     Las últimas iconografías por orden de aparición son la Cruz de la Paz y la Cruz Satánica. La primera fue creada en 1958 por el inglés Gerald Holtom, miembro del Compaign for Nuclear Desarmament, movimiento que luchaba contra la proliferación de armas atómicas entre las potencias del mundo. Sería la representación estilista de las señalaciones marineras correspondientes a las letras C (el círculo), N (los dos brazos inclinados) y D (el palo central), es decir, acrónimo del propio movimiento. Y es prácticamente idéntica a un antiquísimo símbolo rúnico que representa la muerte.
     En lo que respecta a la cruz invertida satánica, hay que destacar que ésta se hace popular en los años sesenta, después de la fundación de la Iglesia de Satanás en San Francisco en 1966, por obra de Anton LaVey, discípulo del ocultista inglés Aleistar Crowley y líder del movimiento satanista americano.
     Y a pesar de que, la cruz invertida es interpretado generalente como una ofensa a la doctrina cristiana, más de una vez el mismo LaVey ha declarado que su simbología es puramente fálica y por eso, dicho símbolo lo utilizan a menudo, junto a estrellas de cinco puntas muchos movimientos neopaganos y en la wicca difundidos en Europa y América en los últimos treinta años.
     En fin, un gran número de representaciones y significados de la cruz, aunque hay muchos más... y los que están por aparecer...